El terrorismo antitabaco
El tema de las campañas, normativas, paranoias, atropellos e intolerancias autodenominados "antitabaco" me es caro, carísimo. Ya lo he abordado a propósito de una visita a la ciudad de Rosario y lo he sufrido en silencio desde que en Buenos Aires, mi ciudad, se ha impuesto la prohibición de fumar en lugares denominados "cerrados" tales como una humilde mesita de bar junto a una enorme ventana a la calle, la cual me parece suficiente "apertura".
Pero como hoy es el Día Mundial sin Tabaco y La bitácora de Emilio reproduce unas consignas del Atlas del tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS), decidí no callarme y opté por hacerlo aquí para no abusar del espacio que se ofrece allí.
Hay tanto material terrorista sobre la cuestión que suena injusto centrar el tema en esa breve proclama traducida por Emilio, pero por algún lugar hay que empezar y abarcarlo todo sería una tarea eterna. Y yo soy mortal, fume o deje de fumar.
La tapa del Atlas está presidida por la foto de un niño de raza negra con un cigarrillo en la boca. No sé por qué recordé aquel trabajo señero de Roland Barthes, publicado hace medio siglo en Mitologías, en el que desmonta el sentido de la foto de prensa de un soldado negro haciendo la venia a la bandera francesa. La tapa del negrito fumador parece el puro mito de la "salubridad" pero si me pongo a hablar de esto me voy por las ramas.
Vayamos frase por frase de esa página del Atlas:
- Cigarettes kill half of all lifetime users. (Los cigarrillos matan a la mitad de quienes fuman durante toda su vida).
Emilio prefiere traducir "kill" por "mueren" pero matar y morir son cosas distintas. ¿Qué significa que el tabaco mate? Que una serie de investigaciones médicas supuestamente serias lo ha establecido así. Como la OMS no publica mucho más que declaraciones políticas y panfletos terroristas, es difícil hallar esos datos que a mí me gusta buscar: ¿quién?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo? y ante todo ¿por qué? Basta creer a ciegas que si el humo del tabaco porta más de 4000 o 400 venenos -más o menos, da lo mismo, serían muchos- la proposición deviene verosímil.
Para que quede claro, no creo una palabra de semejante discurso pseudo científico que no puede o no quiere dar cuenta de objeto, método y muestra en el camino de sus pseudo hallazgos.
- Half die in middle age -between 35 and 69 years old. (La mitad muere en su mediana edad -entre los 35 y 69 años).
Emilio obvia en su traducción esa sorprendente "middle age" que a mí me parece de máxima relevancia: me cuesta asimilar que un ser humano de 69 años esté en su mediana edad. Dejando de lado la importante diferencia estadística entre media y mediana, me he puesto a buscar cuál es la edad en que nos morimos, con o sin tabaco, y hallé la siguiente reseña del "informe anual 2003 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). [...] Entre los resultados del informe sobre la salud en las Américas, están: En el último medio siglo, la expectativa de vida aumentó desde 55,2 años hasta 72,9 años en la región de las Américas".
Entonces resultaría que la mitad de los americanos que mueren "a causa del tabaco" no llegan a sus 70 años pero si no fumaran quizás llegarían al borde de los 73 y no mucho más allá. La OMS y la OPS han descubierto que al fin de cuentas todos nos morimos.
- No other consumer product is as dangerous, or kills as many people. (Ningún otro producto de consumo es tan peligroso o mata a tanta gente).
Una vez más, no se conoce en qué se basa la proclama terrorista y todo depende, supongo, de esa categoría de "consumer product" y del emplazamiento espacio-temporal del aparente dato. Más peligrosa es la energía eléctrica y por eso hay toda una industria de la llave térmica, el cable a tierra, el disyuntor automático, el enchufe prohibido, etc. Más peligrosos -dicen otros estudios al menos iguales de serios, es decir, nada- son la yema del huevo, las carnes rojas, los frutos de mar y las grasas saturadas. Más peligrosos son unos pocos peligros sensatos que hacen del mundo cotidiano un lugar difícil de vivir.
- Tobacco kills more than AIDS, legal drugs, road accidents, murder, and suicide combined. (El tabaco mata más que el SIDA, las drogas legales, los accidentes de ruta, los asesinatos y el suicidio combinados).
Se trata de una serie de causas curiosamente cercana a la que preside la agenda política y periodística destinada a la seducción paranoica de la llamada clase media urbana, de preferencia occidental. A iraquíes y palestinos habría que decirles que el tabaco mata más que la invasión y la guerra; a marfileños y haitianos, más que la miseria y el hambre; a tailandeses e indonesios, más que un imprevisto tsunami y así. Supongo que no lo creerían pero cada cual cree lo que quiere o puede creer.
- Tobacco already kills more men in developing countries than in industrialised countries, and it is likely that deaths among women will soon be the same. (El tabaco ya mata a más hombres en los países en desarrollo que en los países industrializados, y es probable que las muertes entre las mujeres pronto sean las mismas).
Preciosa denominación que no quiero soslayar: "in developing" -Emilio opta por "Tercer Mundo"- significa que aquí estamos en camino. Resulta que no sabemos bien hacia dónde y algunos no creemos que sea hacia un mundo de equilibrio entre naciones industriales. Será por aquello del provocado deterioro de los términos del intercambio o sólo porque somos gente de poca fe.
Pero quiero centrarme en el número absoluto que, a conveniencia, suplanta a la proporción. ¿Acaso no muere mucha más gente en los países pobres que en los ricos desde mucho antes de que se fumara aquí o allí? Y si los señores científicos no podían asociar un número mayor de muertes al tabaco, ¿no será porque cuando no alcanza para un plato de arroz suele no alcanzar para un atado de cigarrillos? Hay gente que nunca fumó y sin embargo murió de hambre, digo, por si interesaran las causas y números a la OMS.
- While 0.1 billion people died from tobacco use in the 20th century, ten times as many will die in the 21st century. (Mientras que 100 millones de personas murieron por el uso de tabaco en el siglo XX, diez veces más morirán en el siglo XXI).
Ya he citado a la OPS que sostiene que en la segunda mitad del siglo pasado la expectativa de vida de los americanos aumentó en unos 18 años. No he hecho las serias investigaciones que presumen haber hecho los científicos que refiere la OMS, pero tengo la intuición de que han sido los cincuenta años en que más se ha extendido el consumo de tabaco en el continente. Si yo fuera tan irresponsable como otros, diría que eso demuestra que, para vivir más, no hay cosa más benéfica que tragar humo. Tomo a un centenar de tipos de 80 años, les pregunto desde cuando fuman, controlo con cien viudas de no fumadores y concluyo que los fumadores viven más. Una boludez.
Por otra parte y ya que la OMS sabe cuántos vamos a morir y de qué, me gustaría saber cuándo me tocaría a mí a fin de arreglar con tiempo un par de cosas que tengo pendientes. Ya sé que moriré durante este siglo, fume o no, pero agradeceré algún dato más preciso al respecto.
Lamentablemente, no puedo no mencionar el cierre que Emilio da al breve manifiesto: "Lástima que el gobierno no se anime a perseguirlo con más contundencia".
La lástima es que se reclame al gobierno una "persecución más contundente" que la actual que, está visto, pasa por la discriminación de una minoría -para colmo víctima de una epidemia mundial según declama la propia OMS-, la restricción de las libertades personales, la uniformación de los hábitos socioculturales, la marginación de quienes deben salir de los locales públicos -a esto refiere el título del post referido, junto a una figura visual de esta exclusión- o recluirse en la intimidad de sus hogares -por ahora, porque el reclamo podría ir e irá por más.
Y, ante todo, en el adoctrinamiento y organización de masas contra un colectivo amplísimo, detrás de un injustificado e injustificable discurso terrorista impulsado por los propios Estados centrales y sus títeres supraestatales con nombres de instituciones importantes.
Pero no quiero cerrar así porque daría la impresión de estar enojado: lo estoy pero no quiero dar esa impresión. Por lo tanto voy a reflexionar sobre qué haría yo con esos 3, 4 ó 5 años que, dicen, el tabaco me arrebataría respecto del número de días hábiles que, de lo contrario, tendría más o menos garantizados según registro que desconozco. Para ello, prefiero citar a Antoine de Saint Exupéry por boca de su sabio El principito:
Pero como hoy es el Día Mundial sin Tabaco y La bitácora de Emilio reproduce unas consignas del Atlas del tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS), decidí no callarme y opté por hacerlo aquí para no abusar del espacio que se ofrece allí.
Hay tanto material terrorista sobre la cuestión que suena injusto centrar el tema en esa breve proclama traducida por Emilio, pero por algún lugar hay que empezar y abarcarlo todo sería una tarea eterna. Y yo soy mortal, fume o deje de fumar.
La tapa del Atlas está presidida por la foto de un niño de raza negra con un cigarrillo en la boca. No sé por qué recordé aquel trabajo señero de Roland Barthes, publicado hace medio siglo en Mitologías, en el que desmonta el sentido de la foto de prensa de un soldado negro haciendo la venia a la bandera francesa. La tapa del negrito fumador parece el puro mito de la "salubridad" pero si me pongo a hablar de esto me voy por las ramas.
Vayamos frase por frase de esa página del Atlas:
- Cigarettes kill half of all lifetime users. (Los cigarrillos matan a la mitad de quienes fuman durante toda su vida).
Emilio prefiere traducir "kill" por "mueren" pero matar y morir son cosas distintas. ¿Qué significa que el tabaco mate? Que una serie de investigaciones médicas supuestamente serias lo ha establecido así. Como la OMS no publica mucho más que declaraciones políticas y panfletos terroristas, es difícil hallar esos datos que a mí me gusta buscar: ¿quién?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo? y ante todo ¿por qué? Basta creer a ciegas que si el humo del tabaco porta más de 4000 o 400 venenos -más o menos, da lo mismo, serían muchos- la proposición deviene verosímil.
Para que quede claro, no creo una palabra de semejante discurso pseudo científico que no puede o no quiere dar cuenta de objeto, método y muestra en el camino de sus pseudo hallazgos.
- Half die in middle age -between 35 and 69 years old. (La mitad muere en su mediana edad -entre los 35 y 69 años).
Emilio obvia en su traducción esa sorprendente "middle age" que a mí me parece de máxima relevancia: me cuesta asimilar que un ser humano de 69 años esté en su mediana edad. Dejando de lado la importante diferencia estadística entre media y mediana, me he puesto a buscar cuál es la edad en que nos morimos, con o sin tabaco, y hallé la siguiente reseña del "informe anual 2003 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). [...] Entre los resultados del informe sobre la salud en las Américas, están: En el último medio siglo, la expectativa de vida aumentó desde 55,2 años hasta 72,9 años en la región de las Américas".
Entonces resultaría que la mitad de los americanos que mueren "a causa del tabaco" no llegan a sus 70 años pero si no fumaran quizás llegarían al borde de los 73 y no mucho más allá. La OMS y la OPS han descubierto que al fin de cuentas todos nos morimos.
- No other consumer product is as dangerous, or kills as many people. (Ningún otro producto de consumo es tan peligroso o mata a tanta gente).
Una vez más, no se conoce en qué se basa la proclama terrorista y todo depende, supongo, de esa categoría de "consumer product" y del emplazamiento espacio-temporal del aparente dato. Más peligrosa es la energía eléctrica y por eso hay toda una industria de la llave térmica, el cable a tierra, el disyuntor automático, el enchufe prohibido, etc. Más peligrosos -dicen otros estudios al menos iguales de serios, es decir, nada- son la yema del huevo, las carnes rojas, los frutos de mar y las grasas saturadas. Más peligrosos son unos pocos peligros sensatos que hacen del mundo cotidiano un lugar difícil de vivir.
- Tobacco kills more than AIDS, legal drugs, road accidents, murder, and suicide combined. (El tabaco mata más que el SIDA, las drogas legales, los accidentes de ruta, los asesinatos y el suicidio combinados).
Se trata de una serie de causas curiosamente cercana a la que preside la agenda política y periodística destinada a la seducción paranoica de la llamada clase media urbana, de preferencia occidental. A iraquíes y palestinos habría que decirles que el tabaco mata más que la invasión y la guerra; a marfileños y haitianos, más que la miseria y el hambre; a tailandeses e indonesios, más que un imprevisto tsunami y así. Supongo que no lo creerían pero cada cual cree lo que quiere o puede creer.
- Tobacco already kills more men in developing countries than in industrialised countries, and it is likely that deaths among women will soon be the same. (El tabaco ya mata a más hombres en los países en desarrollo que en los países industrializados, y es probable que las muertes entre las mujeres pronto sean las mismas).
Preciosa denominación que no quiero soslayar: "in developing" -Emilio opta por "Tercer Mundo"- significa que aquí estamos en camino. Resulta que no sabemos bien hacia dónde y algunos no creemos que sea hacia un mundo de equilibrio entre naciones industriales. Será por aquello del provocado deterioro de los términos del intercambio o sólo porque somos gente de poca fe.
Pero quiero centrarme en el número absoluto que, a conveniencia, suplanta a la proporción. ¿Acaso no muere mucha más gente en los países pobres que en los ricos desde mucho antes de que se fumara aquí o allí? Y si los señores científicos no podían asociar un número mayor de muertes al tabaco, ¿no será porque cuando no alcanza para un plato de arroz suele no alcanzar para un atado de cigarrillos? Hay gente que nunca fumó y sin embargo murió de hambre, digo, por si interesaran las causas y números a la OMS.
- While 0.1 billion people died from tobacco use in the 20th century, ten times as many will die in the 21st century. (Mientras que 100 millones de personas murieron por el uso de tabaco en el siglo XX, diez veces más morirán en el siglo XXI).
Ya he citado a la OPS que sostiene que en la segunda mitad del siglo pasado la expectativa de vida de los americanos aumentó en unos 18 años. No he hecho las serias investigaciones que presumen haber hecho los científicos que refiere la OMS, pero tengo la intuición de que han sido los cincuenta años en que más se ha extendido el consumo de tabaco en el continente. Si yo fuera tan irresponsable como otros, diría que eso demuestra que, para vivir más, no hay cosa más benéfica que tragar humo. Tomo a un centenar de tipos de 80 años, les pregunto desde cuando fuman, controlo con cien viudas de no fumadores y concluyo que los fumadores viven más. Una boludez.
Por otra parte y ya que la OMS sabe cuántos vamos a morir y de qué, me gustaría saber cuándo me tocaría a mí a fin de arreglar con tiempo un par de cosas que tengo pendientes. Ya sé que moriré durante este siglo, fume o no, pero agradeceré algún dato más preciso al respecto.
Lamentablemente, no puedo no mencionar el cierre que Emilio da al breve manifiesto: "Lástima que el gobierno no se anime a perseguirlo con más contundencia".
La lástima es que se reclame al gobierno una "persecución más contundente" que la actual que, está visto, pasa por la discriminación de una minoría -para colmo víctima de una epidemia mundial según declama la propia OMS-, la restricción de las libertades personales, la uniformación de los hábitos socioculturales, la marginación de quienes deben salir de los locales públicos -a esto refiere el título del post referido, junto a una figura visual de esta exclusión- o recluirse en la intimidad de sus hogares -por ahora, porque el reclamo podría ir e irá por más.
Y, ante todo, en el adoctrinamiento y organización de masas contra un colectivo amplísimo, detrás de un injustificado e injustificable discurso terrorista impulsado por los propios Estados centrales y sus títeres supraestatales con nombres de instituciones importantes.
Pero no quiero cerrar así porque daría la impresión de estar enojado: lo estoy pero no quiero dar esa impresión. Por lo tanto voy a reflexionar sobre qué haría yo con esos 3, 4 ó 5 años que, dicen, el tabaco me arrebataría respecto del número de días hábiles que, de lo contrario, tendría más o menos garantizados según registro que desconozco. Para ello, prefiero citar a Antoine de Saint Exupéry por boca de su sabio El principito:
-Buenos días -dijo el principito.
-Buenos días -dijo el mercader.
Era un mercader de píldoras perfeccionadas que aplacan la sed. Se toma una por semana y no se siente más la necesidad de beber.
-¿Por qué vendes eso? -dijo el principito.
-Es una gran economía de tiempo -dijo el mercader-. Los expertos han hecho cálculos. Se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.
-Y, ¿qué se hace con esos cincuenta y tres minutos?
-Se hace lo que se quiere...
"Yo, se dijo el principito, si tuviera cincuenta y tres minutos para gastar, caminaría muy suavemente hacia una fuente..."
Y también buscaría el asteroide B612 antes de que en éste se largue a llover.