lunes, mayo 31, 2010

Silencio, hospital

Es el último día de mayo y hace mucho que estoy empeñado en que la lista que muestra los meses de publicación -"Lo que ya han dicho", a la derecha de su pantalla, mi estimado lector- y el número de artículos publicados en cada uno no exhiba el agujero de un mes calendario faltante. Por supuesto que no es necesario que así sea y tampoco es demasiado razonable pero es un viejo capricho que, al menos por ahora, se hizo tradición.
El humilde objetivo se satisface con una publicación mensual. No hace falta que sea inteligente ni interesante sino apenas que exista y, sin embargo, requiere de un esfuerzo cada vez mayor. Desde hace un largo tiempo ocurre en este sitio lo opuesto a lo que pasaba en épocas de su fundación: el hecho más trivial ameritaba la escritura y los artículos se atropellaban unos a otros. Ahora, en lo que a mí respecta y por motivos varios, nada me resulta de interés suficiente y/o no me estimula el deseo de escribir.
No pretendo que esto constituya una originalidad de este sitio: demasiados blogs siguen derroteros semejantes. Más bien parece ser la norma que un puñado de honrosas excepciones tiende a confirmar. Gráficamente, el fenómeno puede expresarse con la forma de un tobogán.
Inauguramos este espacio el 8 de octubre de 2005 y en los veinticuatro días de aquel primer mes calendario publicamos 16 artículos; en noviembre, 15; en diciembre, 10. La proyección anual de 41 publicaciones en menos de tres meses sería de 176 artículos. En el otro extremo, en los primeros cinco meses de este año las entradas eran -ésta es la séptima- hasta hoy 6 lo que proyecta una producción anual de 14,4 publicaciones.
Por supuesto, la caída más pronunciada se observa entre 2005 y 2006, es decir, entre la ficción de las 176 entradas matemáticamente proyectadas a partir de la breve euforia inaugural y la no ficción de los 71 artículos efectivamente publicados al año siguiente. Luego la cifra decae a uno por semana (52) en 2007, uno por quincena (26) en 2008 y apenas poco más de uno por mes (15) durante 2009.
En cambio, si en lugar de números anuales se focaliza la producción mes a mes, su expresión gráfica se parece más bien a la del pulso cardíaco de un paciente que entró en coma hace ya un par de años.
Visto el cuadro clínico, esta entrada innecesaria y por demás olvidable viene a cumplir el rol del aparato que monitorea el funcionamiento del respirador. Como puede verse, he satisfecho el objetivo de la publicación mensual mediante un método muy viejo: el de ponerse a decir que no se tiene nada para decir.
En fin, ya vendrán tiempos mejores si antes no se viene la lluvia.