lunes, agosto 03, 2009

El inquietante caso de unos comentarios raros

Hace unos diez días un tal Horacio insertó dos avisos en un espacio que este sitio -como tantísimos otros- ofrece al solo efecto de comentar sus artículos y no de pautar publicidad libre. Lo hizo en una vieja entrada intitulada "Google & Wikipedia again" y lo hizo con prescindencia de toda referencia al artículo e incluso con prescindencia de cualquier fórmula del tipo "buen día", "mirá vos" o "saludos".
Lo que Horacio hizo es copy&pastear las dos últimas entradas completas de su blog en ese panel de comentarios y nada más. Para más datos, ambas pegatinas aparecen registradas a la hora 09:31 del mismo día lo que indica un copy&pasteo muy veloz. Pero lo que incentivó mi curiosidad es la posible relación entre Horacio, sus temas, ese artículo y este sitio; relación que, a priori, suena traída de los pelos.
Mi primera hipótesis fue la de un soft que identifica determinadas palabras y replica, allí donde las halla, los últimos archivos de su ocasional cliente; un robot que recorre la web buscando ciertos términos y pega largos e impertinentes scripts cada vez que el sitio en cuestión habilita esa posibilidad. Después me puse a reflexionar e investigar un poquito y arribé a otras conclusiones, inestables, provisorias. Debo decir que los términos "mapuche" y "ranquel" me abrieron varias puertas y confirmaron apenas una parte de mi hipótesis original.
Horacio sería un vecino de Azul, el doctor Omar Horacio Alcántara para más datos, empeñado en vindicar la memoria del Capitán Rufino Solano y sus azares y afanes pampeanos allá por el siglo XIX. Me parece muy bien. ¿Pero cómo vendría a parar tal temática al panel de comentarios a un artículo sobre irreductibles diferencias entre Google y Wikipedia? En mi relativa estupidez sólo he hallado el tibio hilo de esos términos utilizados -en evidente función irónica- en mi viejo artículo que también aparecen en el sitio de Horacio y que habilitan alguna inferencia, siempre y cuando no se trate con un ser humano sino con una máquina lógica: "ranquel" y "mapuche". Para colmo, Miguel Dao, coleccionista e investigador -entre otras cosas- del ficcional tehuelche Patoruzú, duplica esos términos en su comentario y suma de hecho al inútil dato estadístico: en esa página se recurre por partida doble -en evidente función irónica- a los términos "mapuche" y "ranquel".
Horacio ha estado reproduciendo sus artículos -o recortes o refritos de ellos- como supuestos comentarios en sitios muy diversos y desde hace tiempo. Ha copy&pasteado aquí y allá como EL CHASQUE, EL CHASQUE MAPUCHE, Omar Alcántara, Omar Horacio Alcántara y Horacio Chans. Últimamente, durante una suerte de fiebre invernal, reincidió como Horacio y con enlace a un perfil cuyo acceso hoy no está habilitado. Siempre copy&pasteando de una, sin argumento acerca de cómo o por qué lo suyo sería pertinente a esas entradas particulares, por pertinente que fuere en otros espacios. A veces, reproduciendo como falsos comentarios ensayos de más de 8000 (ocho mil) palabras, es decir, de una extensión diez o doce veces mayor que la que suelen tener estas -ya un poco extensas- entradas. En todos los casos excepto uno, sin presentarse, saludar ni agregar palabra a esa pulsión mecánica por la neta transcripción.
Podría ser, entonces, quién sabe, que en su búsqueda infértil de "ranquel" y "mapuche", Horacio haya llegado hasta aquí y, sin leer absolutamente nada, haya decidido pegar sus últimos dos artículos como comentarios a una reflexión que critica de antemano su completa falta de criterio. Pero, claro, si no la hubo leído nunca lo pudo saber.
Aquella vieja entrada mencionaba -y de allí el "again" de su titulado- "un par de tópicos que ya tratamos por aquí: que Google es un robot estúpido y que Wikipedia es un copiador pelotudo".
Quizás, bien hechas las respectivas consultas, Google y Wikipedia nos revelen un dato más básico y más profundo que aquel por el que puntualmente se indaga: que búsquedas estúpidas y copias pelotudas no son más que las operaciones propias del hombre genérico, del sencillo e inocente ser humano, criaturita inerme bajo la lluvia que le va a caer.