Perdiendo el tiempo
Supongo que, siendo fiel a mi estilo, debería escribir un post sobre las inminentes elecciones y la campaña electoral.
Escribir, por ejemplo, Cristina está cebada y protesta, indigna, la oposición a lo lejos.
Escribir, por ejemplo, Cristina está cebada y protesta, indigna, la oposición a lo lejos.
O alguna metáfora del despiste del avión de la primera dama devenida en primera candidata, o de la crítica acérrima de TN y compañía por la ausencia de debate entre los candidatos (que, casualmente, casi siempre se lleva a cabo en ese medio).
O sobre lo inédito de que sean dos mujeres quienes ocupan la punta, sin caer en el patético feminismo que ya he leído por ahí. O simplemente un paneo sobre la paupérrima campaña.
Pero dicen las encuestas que Cristina gana y sin vueltas, y aunque creo tanto en encuestas como en el horóscopo, temo que es verdad.
Y no es que no quiera escribir porque me deprime, ni que no me asquée ver que el argumento político más usado por la oposición es que Cristina es bipolar (aunque más bipolar parece Lilita, dándole la mano a López Murphy y a Binner), sino que no tengo ganas, que estoy harta, hastiada, podrida, aburrida, indignada, saturada y un poco cansada de la obviedad, mediocridad y total ausencia de caminos alternativos y de política en este juego llamado democracia.
Entonces, no voy a decir nada sobre la campaña electoral. Simplemente enviaré a mi hijo a la escuela cuando no haya más paros docentes, iré a un hospital cuando no haya sólo guardias de emergencia por huelga, trataré de aprovechar para hacer trámites cuando no hayan parado los estatales, caminaré por la ciudad intentando rodear alguna de las tantas manifestaciones diarias contra los gobiernos provincial y nacional. Luego haré mate, cantaré "qué culpa tiene el tomate", me sentaré frente a la pc, encenderé un cigarrillo y escribiré el post sobre la amistad que dije alguna vez que escribiría, evitando preguntarme por qué va a ganar CFK y si eso que se escucha a lo lejos es un trueno.
Pero dicen las encuestas que Cristina gana y sin vueltas, y aunque creo tanto en encuestas como en el horóscopo, temo que es verdad.
Y no es que no quiera escribir porque me deprime, ni que no me asquée ver que el argumento político más usado por la oposición es que Cristina es bipolar (aunque más bipolar parece Lilita, dándole la mano a López Murphy y a Binner), sino que no tengo ganas, que estoy harta, hastiada, podrida, aburrida, indignada, saturada y un poco cansada de la obviedad, mediocridad y total ausencia de caminos alternativos y de política en este juego llamado democracia.
Entonces, no voy a decir nada sobre la campaña electoral. Simplemente enviaré a mi hijo a la escuela cuando no haya más paros docentes, iré a un hospital cuando no haya sólo guardias de emergencia por huelga, trataré de aprovechar para hacer trámites cuando no hayan parado los estatales, caminaré por la ciudad intentando rodear alguna de las tantas manifestaciones diarias contra los gobiernos provincial y nacional. Luego haré mate, cantaré "qué culpa tiene el tomate", me sentaré frente a la pc, encenderé un cigarrillo y escribiré el post sobre la amistad que dije alguna vez que escribiría, evitando preguntarme por qué va a ganar CFK y si eso que se escucha a lo lejos es un trueno.
4 comentarios:
¡Qué lástima que no tengas ganas de escribir sobre esos temas, con la fecha de votación tan cercana, y nosotros como si nada!
¡Qué pena que no nos hagas preguntarnos si no somos unos irresponsables, porque imitamos a los peores y porque es más cómodo, y todo nos importa un catzo!
¡Qué bueno hubiera sido que nos recordaras que la vida es algo más complejo que un kilo de tomates, o el diagnóstico neurológico de los candidatos (¿cómo se enteraron? ¿El especialista ventiló la historia clínica de su paciente?)!
¡Qué feo que no escribiste un post tan bueno, pero no importa: esperaremos pacientemente.
PD: Efectivamente, eso que suena es un trueno, pero no vamos a mencionarlo. Es más, no comenté nada.
Besos. O no...
Ya pasé por todos estos estados, Grismar, ¡y sólo tengo 22 años! Por eso decidí tomármelo un poquito más con soda esta vez. Te cito a MI AMIGO Podeti:
"A continuación, un listado de opciones tradicionales, y no tanto, para tirar tu voto a las hienas:
5) Ir, pero con el DNI hecho crosta, para que no te dejen votar.
6) Ir, pero con el DNI de tu mujer, para que no te dejen votar. Si te dejan, pensar en dejarse el bigote.
7) Ir, pero con la cédula de identidad y decir “aah, pensé que servía”.
8) Ir, pero con el permiso de conducir y decir “aah, pensé que servía, escuchame, qué requiere más responsabilidad cívica, votar o manejar un inmensa y potente máquina de matar”.
9) Ir, pero con el carnet del videoclub y decir “aah, pensé que servía. ¿Una cosa, todavía no salió Duro de Matar 4?”"
"Se me gastaron las sonrisas de luchar" (Afiche, Homero Expósito).
Padre Tiempo: una pena que no hayas comentado nada, no me das oportunidad de responderte y agradecerte tus palabras, ya será en otro momento. Besos.
Fede: no sé si decir qué mal o qué bien de que en tus 22 ya hayas pasado por todos estos estados, en mis 22 yo era aún más estúpida que hoy, y creía en la revolución. Besos.
Cinzcéu: "ya no hay tiempo de lamentos, ya no hay más" (Toxi-taxi, Patricio Rey)
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