martes, enero 02, 2007

Esos locos bajitos

Mientras intentaba leer algo de lo ocurrido en el mundo en las últimas horas mi hijo se acercó y se sentó en el suelo, frente a mí, con cara de feriado de 44º. Reconozco ese gesto y esperé la pregunta, cualquier pregunta que ayudara a hablar de algo.
"¿Viste que Kirchner habló por la tele antes de que la cana libere al tipo éste que estaba secuestrado?" preguntó, con el mismo tono que hubiese preguntado si me enteré que el vecino se compró un ventilador.
"Escuché, sí, Gerez, y no lo liberó la cana, lo soltaron los mismos que se lo llevaron" respondí con un poco más de interés en el hecho. "¿Por qué?" continuó.
Desistí de mi lectura comprendiendo que no sería tan simple. "¿Por qué qué?" repregunté "¿por qué habló Kirchner o por qué lo soltaron?". Lógicamente respondió "las dos cosas". "Habló porque estamos en año de elecciones y la cosa ya estaba fea por López, y lo soltaron, andá a saber, dicen que porque Kirchner habló" dije, preguntándome hasta dónde podía hacer un análisis político ante un chico de 12 años aburrido y muerto de calor. Pero su lógica me respondió "¿Y por qué no habló cuando secuestraron a López? ¿o ya sabía que a Gerez lo iban a soltar pero a López no?".
Antes de darme tiempo a esbozar una respuesta continuó "¿no dijo que lo secuestraron los mismos de la dictadura, los que hicieron desaparecer tanta gente cuando vos eras chica?". "Sí" respondí, "los mismos, u otros iguales". Con un tono que más que preguntar afirmaba dijo, casi con bronca, "¿Y qué son, tarados, los tipos? ¿por qué lo iban a soltar enseguida y hacer que Kirchner quede joya? para eso no se lo llevaban".
¿Para eso no se lo llevaban?.
Era una buena pregunta, la misma que me había hecho a mí misma desde que Gerez fue milagrosamente liberado, a pocos minutos del discurso político en cadena nacional. Tan justo todo, tan conveniente, tan lleno de agujeros. Pero Dionisos me libre de tales sospechas.
Como si hubiese llegado al punto de no intentar comprender continuó "por lo menos lo soltaron, pobre tipo, debe haberse acordado de López y pensado que lo iban a matar". "No se sabe si López está muerto" me apresuré a aclarar. "Si se los llevaron los mismos y a éste lo soltaron hubieran soltado también al otro, o está muerto o no son los mismos" respondió con tono de "no seas tonta". Pensó un segundo y agregó "o en una de esas pensaron que si lo soltaban al toque todos iban a desconfiar de Kirchner, pero les salió mal".
Aplicar la psicología inversa en política es un riesgo demasiado grande, sobre todo cuando el antecedente del primer secuestrado ya había indicado que era el mejor camino para debilitar al gobierno.
Se levantó y, acercándose a la ventana continuó, hablando casi consigo mismo, "están todos locos, la cana te afana, te secuestran y te sueltan para hacerte creer cualquier cosa, ahorcan a un tipo porque mató a miles y al otro que hace lo mismo lo votan".
Antes de irse miró hacia afuera y con aire resignado concluyó "ojalá llueva".

1 comentarios:

Cinzcéu

Yo no sé quién habrá acuñado esa frase acerca de que los locos y los niños siempre dicen la verdad. Seguramente un loco, un niño o un completo desubicado...