Una nueva noche fría
Que nevó en Buenos Aires ya no es novedad. Que aquí, en La Plata, lo que comenzó como sutil agua nieve se convirtió en una nevisca que arreció por horas, tampoco.
Será uno de esos días, como el 11 de septiembre, en que todos recuerden lo que estaban haciendo cuando irrumpió en sus vidas.
Alguien en la calle gritó "está nevando", miré hacia la ventana y vi que era cierto. Me acerqué al balcón y tuve un instante de duda absurda, la imagen era tan idéntica a aquella nevada mortal que relataba El Eternauta. Pero nadie cayó muerto, sólo comenzaron a salir de sus casas para verla, sentirla, entre el asombro y la alegría.
Crazy me llevó a la calle, caminó unos metros, comió un poco de nieve, decidió que era muy lindo pero hacía frío, y me empujó hacia adentro, con su manto negro cubierto de blanco. Preferí entrar y verla desde el balcón, no tenía ganas de compartirla con mis vecinos, con sus cámaras, con el relato de lo que estaban contando los canales de noticias, con los memoriosos que recordaban que nevó en 1918. Era demasiado bella y calma como para impregnarla de excitación y gritos.
Luego supe que se había reunido gente en el obelisco, nada más contrastante con esos copos deslizándose suavemente por el aire que esa gente gritando, aplaudiendo, como un gol de Messi, como el triunfo de Macri. Realmente no sé qué hacían allí, además de salir en televisión. Imaginé un par de sonrisas, más allá del Río Negro, diciendo "mirá cómo se ponen por un par de copos". Y, sí, un par de copos donde no deberían estar justifica el asombro, la contemplación, los convierte en algo mágico, pero el ¿festejo? me supera.
Que nevó en Buenos Aires ya no es novedad, lo que pareció ser novedoso para el gobierno es el frío.
Entre las notas a la gente que saltaba bajo la nieve, con preguntas tan inteligentes como "¿usted imaginaba que vería nevar en Buenos Aires?", y los cientos de videos caseros con los cuales los canales de noticias están llenando sus espacios (¿para qué pagarle a diez noteros si "la gente" trabaja por ellos?), comenzó a aparecer en las pantallas un mensaje oficial: si usted es uno de los tantos que viven en la calle, llame al 108. Quienes viven en la calle suelen no tener televisor, pero es un detalle al margen.
De repente el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires organizó refugios, de repente hubo un número al cual podían llamar quienes no estaban bajo la nieve porque querían. Bárbaro, pero resulta que antes de ayer, y antes de antes de ayer, y antes de la nieve, también hacía frío, mucho frío. Y no había refugios, ni teléfonos, sólo la calle y el frío.
Quizás el calentamiento global nos ofrezca nuevas imágenes tan hermosas como la de esos minúsculos copos, pero no puedo evitar preguntarme si, después de la nieve, aún habrá refugio para quienes viven tan cerca de la lluvia.
Será uno de esos días, como el 11 de septiembre, en que todos recuerden lo que estaban haciendo cuando irrumpió en sus vidas.
Alguien en la calle gritó "está nevando", miré hacia la ventana y vi que era cierto. Me acerqué al balcón y tuve un instante de duda absurda, la imagen era tan idéntica a aquella nevada mortal que relataba El Eternauta. Pero nadie cayó muerto, sólo comenzaron a salir de sus casas para verla, sentirla, entre el asombro y la alegría.
Crazy me llevó a la calle, caminó unos metros, comió un poco de nieve, decidió que era muy lindo pero hacía frío, y me empujó hacia adentro, con su manto negro cubierto de blanco. Preferí entrar y verla desde el balcón, no tenía ganas de compartirla con mis vecinos, con sus cámaras, con el relato de lo que estaban contando los canales de noticias, con los memoriosos que recordaban que nevó en 1918. Era demasiado bella y calma como para impregnarla de excitación y gritos.
Luego supe que se había reunido gente en el obelisco, nada más contrastante con esos copos deslizándose suavemente por el aire que esa gente gritando, aplaudiendo, como un gol de Messi, como el triunfo de Macri. Realmente no sé qué hacían allí, además de salir en televisión. Imaginé un par de sonrisas, más allá del Río Negro, diciendo "mirá cómo se ponen por un par de copos". Y, sí, un par de copos donde no deberían estar justifica el asombro, la contemplación, los convierte en algo mágico, pero el ¿festejo? me supera.
Que nevó en Buenos Aires ya no es novedad, lo que pareció ser novedoso para el gobierno es el frío.
Entre las notas a la gente que saltaba bajo la nieve, con preguntas tan inteligentes como "¿usted imaginaba que vería nevar en Buenos Aires?", y los cientos de videos caseros con los cuales los canales de noticias están llenando sus espacios (¿para qué pagarle a diez noteros si "la gente" trabaja por ellos?), comenzó a aparecer en las pantallas un mensaje oficial: si usted es uno de los tantos que viven en la calle, llame al 108. Quienes viven en la calle suelen no tener televisor, pero es un detalle al margen.
De repente el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires organizó refugios, de repente hubo un número al cual podían llamar quienes no estaban bajo la nieve porque querían. Bárbaro, pero resulta que antes de ayer, y antes de antes de ayer, y antes de la nieve, también hacía frío, mucho frío. Y no había refugios, ni teléfonos, sólo la calle y el frío.
Quizás el calentamiento global nos ofrezca nuevas imágenes tan hermosas como la de esos minúsculos copos, pero no puedo evitar preguntarme si, después de la nieve, aún habrá refugio para quienes viven tan cerca de la lluvia.
6 comentarios:
Afortunadamente, sólo nieva cada 80 años en la ciudad. Si a todos los quilombos propios y heredados, le sumamos la inconveniencia de vivir y transitar en una ciudad con nieve, nuestro caos natural se multiplicaría por mil.
A propósito, ¿no pensarán cambiarle el nombre al blog por "Después de la Nieve", no?
Saludos
Lo mismo pensé yo...festejan???, qué festejan??. Puedo entender que se asombren, que lo vean desde el punto de vista poético y no desde el práctico (nieve y Gral.Paz es una combinación mortal), pero sabiendo la "tormenta" que se les viene, no sé que festejan realmente.
Saludosss!!
Siempre recordaré que hacía cuando empezó a nevar en Buenos Aires: al igual que en ocasión del 11-S, dormía. Después salí de sacar la basura, vi nevar durante unos 3" e hice lo mismo que Crazy (excepto comer un poco de nieve): decidí que hacía frío y me volví para adentro.
In-so-por-ta-ble la cobertura periodística, con decenas de nabos con cara de alegría (empezando por los periodistas, claro) diciendo idioteces sobre el tema. Después vi que incluso "caía nieve" como fondo escenográfico de otros programas de TV. El festejo a mí también me supera y es muy cierto que Macri, Messi, Año Nuevo, nevisca, ¿lluvia ácida?, todo vale para juntarse en el Obelisco a saltar como monos felices.
Lo de los cronistas ad-honorem también me supera. ¿Hay cientos de personas filmando nieve y subiendo videos al server de un poderoso multimedia? Ni siquiera es "gratis" porque pagan la conexión quizás al mismo multimedia. ¿Todo para que, tal vez, salgan unos segundos del video por TV y un locutor emocionado diga: "este lo mandó Matías de Flores" o "Yanina de Pehuajó"? No entiendo a la gente.
Con respecto a los homeless porteños, sí, se hicieron "tema" porque cayeron cuatro copos de nieve. Entonces unos periodistas circunspectos descubren (con la supuesta inocencia de quien vivía dentro de un frasco o acaba de llegar de Kryptón) que hay pobres, vagos, locos, lúmpenes o marginales… ¡y vuelven a descubrirlo la próxima vez que esté en agenda!
Un beso.
¡Enhorabuena por la nevada!. ¡La mejor noticia desde 1918!. Ay la gente que cortita se vuelve con estas tonterias. Lo de descubrir gracias a la nevada que hay unas cosas negras que la estropean llamadas 'homeless' es justo lo que pasa en medio mundo, que parece no existir el problema si no se habla de él... Me gusta la frase de cinzcéu: "(con la supuesta inocencia de quien vivía dentro de un frasco o acaba de llegar de Kryptón)"... Besos y que tarde en llover.
El próximo verano, cuando lleguemos a los 40º, ¿irán al obelisco a festejar la marca histórica?... Leí por ahí que hubo unas 500 personas en esos refugios, lo que no leí en ningún lado es qué pasará con ellas cuando pase el frío: con Macri es posible que sean sumariamente procesados porque dormir en los paliers obstruye el tránsito peatonal, y para eso hay que solicitar autorización previa. Un beso.
Padre tiempo: nevaba cada 80 años, pero, sinceramente, creo que los cambios climáticos llegaron para quedarse. Veamos el lado positivo, en lugar de quemar gomas se podrán hacer cortes de ruta con muñecos de nieve, es más creativo y no tienen olor. Besos.
P.D.: siempre será Antes de la lluvia (hasta que llueva).
Maun: en una de las miles de notas a los festejantes, un hombre, adulto, y hasta con cara de inteligente, dijo: este es un día histórico, con el orgullo de ser argentinos... ¿¿el qué?? creo que pensó que le hacían la nota por el día de la independencia, aunque tampoco... qué sé yo. Besos.
Cinzcéu: hay cientos de personas filmando, pero no sólo la nieve, desde hace un tiempito "la gente" colabora en los blogs de los poderosos multimedia con sus videos caseros, con la misma felicidad que cuando festeja en el obelisco. Los periodistas, con su cara de salir del Tupper, descubrieron "el frío", como alguna vez descubrieron "el hambre", lo denunciaron y se sintieron boy scout. Los gobiernos, sobre todo en épocas de campaña, respondieron, y todos felices, el país avanza, etc etc. Un beso.
Vitore: la noticia con más cobertura mediática del siglo, más que el 11-S, más que la candidatura de menem, más que la declaración de inconstitucionalidad del indulto a los asesinos del Proceso. Y esperemos que hoy Argentina le gane a Brasil, que a los obelisqueros les quedaron varias sonrisas en el placard y no saben dónde ponerlas. Besos.
1+: no, no, tenemos que llegar a los 49º para superar la marca, nada de andar con chiquitas. No sé si Macri los procesará porque no es PRO, seguramente tendrá una solución creativa, los mandará a todos a provincia. Un beso.
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