jueves, abril 26, 2007

Peligro de gol

La cosa es así. El jugador recibe un pase corto sobre el lateral, parado en la posición de wing derecho, en su propio campo, cuando su equipo acaba de recuperar el dominio del juego. Recibe la pelota y dos adversarios le van encima. Acá juega el talento, la inteligencia y la técnica para sacar a ambos del medio con un par de fintas y en apenas cuatro baldosas. El jugador cruza la mitad de cancha, levanta la cabeza y el panorama no es claro. Tiene campo libre pero ninguna alternativa de juego, acelera y se sabe que la aceleración nunca es la mejor amiga de la claridad. Engancha frente a otro y vuelve a acelerar. Nuevo enganche ante otro (no puede pensar, el tiempo urge) y ya está dentro del área penal adversaria. Frente al arquero la tira larga hacia su derecha y en un último esfuerzo la empuja hacia el arco y supera con un toque el cruce inútil del zaguero que cierra por detrás. Gol. ¡¡¡Gol!!! Seis adversarios en el camino, más de medio equipo contrario contando al último defensor desesperado.
Diego Maradona lo hizo, minutos después de un puñetazo ilegítimo que ha pasado a la historia como "la mano de dios". Y Lionel (¿se dirá Leonel, Láionel o cómo?) Messi lo hizo. Lo hizo cual un calco exacto de aquel partido mítico del 86, cuando él no había nacido a la fama ni a la vida, sin planearlo y sin manotazo previo.
A mí no me emocionan esos goles hechos por evidentes dotados, exigidos por el vértigo y la dinámica del juego, en su indiscutible capacidad individual.
En el último Mundial el mejor gol, a mi juicio, fue el segundo de Italia contra Alemania en semifinales. Tras el cero a uno (otro golazo de Andrea Pirlo + Fabio Grosso) sobre el filo del tiempo de juego, Alemania se desbandó en ataque.
Fabio Cannavaro, el mejor jugador del torneo, rechaza una pelota en el borde de su área pero como le queda corta, pica a disputarla y la gana. La cede a Francesco Totti, el intrascendente armador, que la pone deliciosamente para el ataque del suplente Alberto Gilardino quien arrastra pelota y marcas hacia la derecha. Entonces, habilita libre y franco a Alessandro Del Piero, a su izquierda, que define de un modo exquisito, lejos del arquero teutón. ¡Ciao, ragazzi!
Cannavaro, Totti, Gilardino, Del Piero: un equipo, cuatro tipos en función colectiva; al menos cuatro veces más que el heroísmo, la magia o la mano de un dios sobre algún reciente Moisés que baja de la montaña.
El mejor gol de la historia de los Mundiales fue el cuarto de Brasil a Italia en la final de 1970. No sé cuántos toques de aquí para allá hasta que Pelé junta a un par largo de italianos cerca de la medialuna y le dice a Carlos Alberto: "estoy aburrido, tomá y metela, no da para más".
Superioridad de equipo, parada futbolística, dominio de la pelota y del trámite. Y capacidad para definir allá, en el gol, lo que ya se supo acá, en el juego. Los que alguna vez jugamos fóbal sabemos qué es la superioridad en una partida. Nada que ver con dioses, magos ni milagros.
Nada que ver con supuestos talentos individuales que tras indescifrables contratos millonarios sufren como pocos, como nadie, una parte de esta inclemente lluvia.

8 comentarios:

1+

Totalmente de acuerdo en el concepto.
Te agradezco porque tu post me dio ganas de volver a disfrutar aquel gol de Brasil (sería una contradicción llamarlo "de Carlos Alberto") y busqué un viejo VHS que hacía años que no veía. Desde la recuperación en defensa, el displicente pase de Pelé es el noveno de la jugada, y la finta de Clodoaldo en el medio es la frutilla sobre el copo de crema.
En cuanto al último Mundial, a pesar de la magistral definición de Del Piero, siguiendo el mismo concepto y lejos de cualquier chauvinismo creo que votaría por el 2º de Argentina a Serbia (ídem llamarlo "de Cambiasso").
Un abrazo.

Grismar

Adhiero también al concepto. Goles como el llamado "histórico" de Maradona (aquel después del manotazo que si hubiera sido de un inglés contra Argentina nos hubiese hecho rasgarnos las vestiduras hablando de la soberanía de la pelota que no se mancha) es un golazo, más o menos como un solo de batería en medio de un recital, pero uno va a escuchar al grupo, al equipo. Sinceramente me siento incapaz de hablar de un gol como el mejor, los que mencionás (también 1+) son buenísimos, pero hay tantos, y no sólo en selecciones. Personalmente prefiero ver un gol entre Pavone, Verón, Sosa y Calderón que uno individual, de hecho he visto hermosas jugadas truncadas porque uno quiso hacerla suya ( y hacer la suya). Nada que ver con dioses, magos ni milagros, un "mago" sin equipo es tan inútil como un paraguas en un huracán. Un beso.
P.D.: ¿no se dice "lionel"?

Pardal (Emílio)

Lo que más me divierte de Messi es su naturalidad adánica. Cuando le preguntaron por no sé que famoso jugador de la liga de no sé que país dijo no conocerlo. No le interesa el fútbol. Aquí se habló mucho del gol de Maradona, comparándolo con el el de Messi. Podría parecer que el muchacho se impuso la tarea de hacerlo mejor que el maestro. En la tradición artística clásica no existía el concepto de originalidad; los artistas jóvenes aspiraban a la emulación. Ser original es algo a lo que sólo los románticos se atrevieron, sin conseguirlo totalmente, porque las formas ideales son eternas. Del mismo modo, el gol de Maradona y el de Messi son formas ideales que preexisten a los jugadores concretos, está implícito en la concepción del juego como un arquetipo que los mortales sólo podemos ver cuando algún visionario lo materializa con su talento. Ojalá Messi no pierda la modestia. Un saludo.

Vitore

Tenía yo 14 años cuando se jugó la final entre Brasil e Italia en el año 1970. Mi padre, mi hermano y yo estábamos frente a la vieja tele en blanco y negro cuando nada más dar el pitido inicial el arbitro... Murió la tele... Vi aquellos goles años después. Luego ya casi no ha habido fútbol "de verdad"...
Abrazos.

Cinzcéu

1+: Gracias por el dato preciso de los 9 pases, yo hubiera apostado que eran más. La finta de Clodoaldo es la frutilla, lo de Jairzinho contra la raya es la cereza, la displicencia de Pelé es... una maravilla. Siguiendo el mismo criterio, el segundo de Argentina a Serbia (el gol "de Cambiasso") debería ser el mejor del 06, sin duda, pero puse en juego la cuestión de qué se juega y el "de Del Piero", también colectivo, saca al poderoso anfitrión de la final y le da medio título a Italia. Un abrazo.
Grismar: Muy buena figura la del solo de batería, maravilloso, pero un concierto no debería reducirse al virtuosismo del batero, ni de ningún otro, en un momento de un tema. Sabés qué opino de ese magnífico cuarteto pero no haremos de esto un sitio pincharrata (¿o sí?). Un "mago" sin equipo satisface la ilusión en la "magia", tan cara en todo sentido. Un beso.
Emilio: Sinceramente no veo en Messi naturalidad sino ignorancia y desinterés que no hacen al tipo de futbolista que más me gusta. Messi es un producto plástico puesto en el mercado a los 13 años y quizás aún no pueda o quiera saberlo. Lo siento por él y espero que en 25 años no esté preso y medicado en un psiquiátrico. Sobre el platonismo futbolero, bueno, la verdad es que no comparto el platonismo. Saludos.
Vitore: Esa historia del 70 tenés que escribirla, es un cuento fabuloso. Yo tenía 11 y recuerdo que, en la TV blanco y negro, aquel Mundial fue la primera transmisión vía satélite de un evento deportivo. Antes debíamos conformarnos con la radio y con ver las finales de la Intercontinental cuando se jugaban aquí (67: Racing- Celtic en Avellaneda y en Montevideo pero no en Glasgow, por supuesto). Aún hay algo de fútbol "de verdad" pero cuesta más hallarlo. Un abrazo.

Maun

Es admirable lo que saben todos de football, me siento "rana" de otro pozo, y una mención especial al relato del gol, que aunque no lo he visto aún ya pude imaginarlo a través del post.
Saludosss!!

Anónimo

PASE POR SU BLOG Y ME PARECIO BUENO.
LES DEJO UN ABRAZO

Recomenzar

Se me ha dado por leer blogs diferentes a los que leo usualmente...
y el tuyo ..LO ES!!!