Maravilla, el Nieto N° 82
Ayer despertamos con la noticia de que las Abuelas de Plaza de Mayo habían localizado, identificado y recuperado a su Nieto número ochenta y dos. Valga aclarar que estos Nietos son bebés secuestrados o nacidos durante el cautiverio de sus madres luego asesinadas por la dictadura genocida de los años '70 y '80 que fueron vendidos o entregados a diferentes familias, en algunos casos a los mismos asesinos de sus padres, en otros a quienes desconocían su verdadero origen.
Este niño es ya un hombre con 28 años y una decisión activa hacia el reencuentro de su familia biológica que, de hecho, acaba de ocurrir. Abuela y Nieto suturaron un retazo de su historia sin perjuicio de las ausencias forzosas que no tienen chance de sutura pero sí de suplencia en ese encuentro que apenas podemos imaginar y jamás podríamos describir.
Este país durante varias décadas ha exhibido muy pocos ejemplos de dignidad, quizás sólo cuatro, de los cuales tres confluyen en una misma ausencia: las fábricas puestas a producir por sus obreros, el temprano enfrentamiento de las Madres con la dictadura, la reivindicación de sus orígenes por parte de los Hijos y el trabajo lento e incansable de las Abuelas. Podremos olvidar algunos y discutir otros pero no hay demasiados más.
¿Qué nos maravilla? No lo sabemos con certeza. Tal vez la búsqueda y el recorrido consecuente de un camino productivo. No alternativo porque "lo alternativo" resulta con demasiada frecuencia la máscara vergonzosa de una negociación y una capitulación; sí paralelo, íntegro, productivo, intransigente. Un camino que jamás perdió de vista su objetivo más allá de los cambios políticos de las pasadas tres décadas.
Seguramente nunca coincidamos punto a punto con las posturas políticas de cada Abuela ni de su presidenta Estela Barnes de Carlotto como seguramente nunca coincidamos punto a punto con las posturas políticas de cada obrero cuentapropista, neopropietario o cooperativista. Pero, ¿cómo no respetar y saludar a quien dice: "en la desesperación tengo política, resuelvo ésto de este modo, sin mella alguna a mi dignidad"?, ¿cómo no respetar y saludar a quien obtiene rotundos resultados sin vender por un miserable plato de lentejas o por un posicionamiento político su integridad moral?
Cada Nieto reencontrado es un breve punto de sutura de la Historia. Cada Nieto reencontrado, a nosotros, que hemos tenido el privilegio azaroso de no haber sufrido esa amputación, nos dispara una misma primitiva reflexión: ¡hijos de puta, no lo lograron y no lo lograrán!
En un país donde la escena política "progresista" parece resumirse en kirchneristas, cromañones, neoliberales, izquierdaunidos, víctimasvarias, indigenistas, sindicaleros, callejeristas, antipapeleros y subsidiaristas, cada Nieto reencontrado es un soplo de aire fresco y un fragmento de recuperación social.
Maravilla. Y a veces es el único refugio de la esperanza en este puto mundo que promete llover.
Este niño es ya un hombre con 28 años y una decisión activa hacia el reencuentro de su familia biológica que, de hecho, acaba de ocurrir. Abuela y Nieto suturaron un retazo de su historia sin perjuicio de las ausencias forzosas que no tienen chance de sutura pero sí de suplencia en ese encuentro que apenas podemos imaginar y jamás podríamos describir.
Este país durante varias décadas ha exhibido muy pocos ejemplos de dignidad, quizás sólo cuatro, de los cuales tres confluyen en una misma ausencia: las fábricas puestas a producir por sus obreros, el temprano enfrentamiento de las Madres con la dictadura, la reivindicación de sus orígenes por parte de los Hijos y el trabajo lento e incansable de las Abuelas. Podremos olvidar algunos y discutir otros pero no hay demasiados más.
¿Qué nos maravilla? No lo sabemos con certeza. Tal vez la búsqueda y el recorrido consecuente de un camino productivo. No alternativo porque "lo alternativo" resulta con demasiada frecuencia la máscara vergonzosa de una negociación y una capitulación; sí paralelo, íntegro, productivo, intransigente. Un camino que jamás perdió de vista su objetivo más allá de los cambios políticos de las pasadas tres décadas.
Seguramente nunca coincidamos punto a punto con las posturas políticas de cada Abuela ni de su presidenta Estela Barnes de Carlotto como seguramente nunca coincidamos punto a punto con las posturas políticas de cada obrero cuentapropista, neopropietario o cooperativista. Pero, ¿cómo no respetar y saludar a quien dice: "en la desesperación tengo política, resuelvo ésto de este modo, sin mella alguna a mi dignidad"?, ¿cómo no respetar y saludar a quien obtiene rotundos resultados sin vender por un miserable plato de lentejas o por un posicionamiento político su integridad moral?
Cada Nieto reencontrado es un breve punto de sutura de la Historia. Cada Nieto reencontrado, a nosotros, que hemos tenido el privilegio azaroso de no haber sufrido esa amputación, nos dispara una misma primitiva reflexión: ¡hijos de puta, no lo lograron y no lo lograrán!
En un país donde la escena política "progresista" parece resumirse en kirchneristas, cromañones, neoliberales, izquierdaunidos, víctimasvarias, indigenistas, sindicaleros, callejeristas, antipapeleros y subsidiaristas, cada Nieto reencontrado es un soplo de aire fresco y un fragmento de recuperación social.
Maravilla. Y a veces es el único refugio de la esperanza en este puto mundo que promete llover.
8 comentarios:
Cuánta coincidencia! La maravilla de encontrar lo perdido y por algunos, lo olvidado, Alejandra Pizarnik, Peirce y Verón! Un placer pasar por aquí...estaré nuevamente si me lo permiten!
Saludos
estamos en sintonía. Hay algo de este país que nos duele por igual. Me pongo a leer tu blog.Ya he visto cosas interesantes. Saludos.
Gracias por la lectura y sus palabras, Gaby y elescaramujo, nos seguiremos leyendo, aquí y allá.
Maun, imposible leerlo sin tararear a Los Jaivas.
un beso.
Celebro con ustedes este triunfo de la maravilla. Esta aparición del cariño y de la dignidad. Comparto de una punta a otra su artículo. Y ambas cosas me llenan de alegría, me expulgan un poquito más de soledad. En este país colmado de espanto y desconfianza, son tan pocas las veces en que uno coincide en un verdadero bríndis, que brindemos nomás. Yo alzo mi copa en dirección al monitor y dejo que se dibuje la mejor de mis sonrisas. ¡Salud!
Me parece terrible la historia de los desaparecidos en general, pero me ha acongojado especialmente el pensar que muchos de esos Nietos se criaron con los asesinos de sus padres y que habrá muchos de esos Nietos que nunca sabrán que sus padres no lo son biológicamente y que los habrán tratado con amor aunque asesinaron a los verdaderos. ¡Terrible!. Besos
Como este es un blog muy organizado, primero comentan las chicas y agradece Grismar y después comentan los chicos y agradezco yo. Gracias Mono y Vitore. Un saludo.
Sólo un detalle: Vitore, creo que uno de los casos más terribles es el del Nieto reconocido al que no se pudo recuperar por su propia negativa a aceptar que sus padres (aquellos a quienes él reconoce como tales)fueron cómplices del asesinato de los verdaderos. De parte de las Abuelas siempre hubo comprensión, jamás presión, pero no llego a imaginar la impotencia que debe significar.
Llego tarde, perdonen la demora. Acabo de leer este post, tan triste, después de haber leído los más recientes, tan graciosos, y no pude resistirme. Debe ser terrible mirarte en el espejo cuando te acabás de enterar que tu viejo fue asesinado por el que hasta esa mañana creías tu verdadero padre. Aquí en España, tantos años después, muchas víctimas de la represión franquista siguen en fosas comunes sin identificar. Los familiares quieren que se los restituyan, y se les rehabilite. Aquí nunca se condenó a nadie. Todos los responsables se fueron de rositas. En fin, un saludo.
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